Las Plataformas Vibratorias se están poniendo de moda.  En los últimos meses, centros de estética y gimnasios están incorporando ya en sus instalaciones estos aparatos que prometen muchos resultados en muy poco tiempo. Pero, ¿qué hay de cierto en los resultados que prometen estas plataformas vibratorias? ¿Cuál es su funcionamiento?

En su origen, las plataformas vibratorias han sido utilizadas desde hace muchos años por los astronautas para solventar los problemas óseos, musculares y articulares que les producía estar tantos meses en el espacio, la falta de movilidad y las caracteríaticas atmosféricas.  Así, se vio que los astronautas que las utilizaban tan sólo 10 minutos al día eran capaces de soportar mucho más tiempo en el espacio que los que no entrenaban con ellas.

De la utilización en el medio espacial se pasó a los centros de fitness, de rehabilitación o de estética de alto nivel. Pero, ya por fin están al alcance de todos estos aparatos que tienen tantísimos beneficios.

Se ha demostrado que ciertas vibraciones, dentro de unos parámetros de frecuencia y amplitud, son beneficiosas para el sistema óseo y neuromuscular. Es decir, hablamos de las mismas vibraciones que se producen cuando hacemos ejercicio físico. Por eso, se dice que la actividad es buena para el cuerpo, porque hace que los huesos almacenen más calcio, los músculos se fortalezcan, los neurotransmisores nos hagan sentirnos mejor…. También es cierto que algunas actividades físicas pueden hacernos más daño que beneficio si no las practicamos como debemos, malas posturas, cargar excesivo peso, movimientos descontrolados….En las plataformas vibratorias el movimiento está controlado en todo momento, por ésto, el riesgo de sufrir alguna lesión es mínimo.  En muy poco tiempo, 10 minutos al día, estas plataformas reproducen las vibraciones que nuestro cuerpo recibe cuando practicamos otro ejercicio mucho más largo, es decir, el movimiento está muy concentrado. Por otro lado, el tiempo de uso se recomienda que sea de 10 minutos diarios y no más de 3 veces por semana, ya que un exceso de vibraciones podría desestabilizar las funciones normales del organismo.

 

Los beneficios de las plataformas vibratorias son de  todo tipo: Deporte/Fitness, Estético, Fisioterapeútico y de Bienestar.

 

-Deporte/Fitness: con el uso de estas plataformas está comprobado que se consigue un aumento de la fuerza muscular, de la tonicidad, de la elasticidad y la potencia. En un entrenamiento de un mes usándola 10 minutos al día tres veces por semana se ha observado también el aumento de hormonas del crecimiento y de la testosterona. Se puede utilizar como calentamiento antes de la actividad física habitual y también como complemento para la recuperación.

-Estética: para mejorar la apariencia de la piel, estas plataformas aumentan el riego sanguíneo, la sangre llega a más capilares y sirve para activar y drenar zonas donde hay cúmulos de toxinas y grasa , como en la celulitis. La mayor afluencia de sangre y oxígeno a los tejidos hace que se revitalice la piel y, por lo tanto, se vuelva más lisa. También aumenta el metabolismo basal, es decir, se quema más grasa y con esto se consigue una disminución de los adipocitos de las capas  inferiores de la piel. Además, produce un mayor equilibrio y sentido de la coordinación. Pero, hay que decir, que el uso de la plataforma vibratoria no quema las grasas, sino que ayuda a que éstas se quemen porque las libera, por tanto, hay que acompañarla de ejercicio físico aeróbico y una buena alimentación.

-Bienestar: las vibraciones provocan una mayor descarga de serotonina y dopamina, con lo que nos produce una sensación de paz y bienestar.

-Fisioterapia/Rehabilitación: las plataformas vibratorias ayudan a recuperarse de lesiones óseas, musculares y articulares por el aumento de la actividad que producen las vibraciones. Se consigue también disminuir el dolor, la prevención de la osteoporosis y tratar enfermedades como la esclerosis múltiple.

 

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